Al conducir, cualquier aspecto se traduce en un tema de seguridad. Parte de esto, es la forma de sujetar el volante. Utilizar la técnica adecuada al hacerlo reduce las probabilidades de ocasionar o sufrir accidentes.
Igualmente, hacer un buen uso del volante, permite reaccionar más rápido y con precisión ante imprevistos y hacer un mejor uso del coche. Nos referimos a que se evitan daños como rayones y abolladuras, así como los gastos asociados a su reparación.
A continuación, te compartiremos algunas claves para que sepas cómo girar el volante correctamente. Así podrás disfrutar al máximo conducir después de haberte sacado el permiso de coche, ya sea en la carretera o en la ciudad.
Si te preguntas cómo sujetar el volante, primero imagina que este es un reloj. La manera correcta de sujetarlo implica colocar las manos en la posición de la hora 10:10. Las 9:15 es otra posición bastante aceptada.
La mano izquierda se coloca en la posición de las horas y la mano derecha en la de los minutos, sobre el volante. Debe tomarse con firmeza, pero sin ejercer demasiada presión para evitar que las manos se engarroten y el conductor sienta cansancio.
Los brazos deben estar ligeramente flexionados y alineados con los hombros. Estas posiciones facilitan la movilidad y la rapidez cuando hay que cambiar de dirección.
En la mayoría de los casos, las medidas del volante de un coche van de los 36 a los 44 cm de diámetro. Su forma es circular aunque, actualmente, algunas marcas como la Mercedes Benz y la Audi, experimentan con nuevas figuras.
Algunos modelos de coche contemplan el uso de un volante achatado en su parte inferior y otros, tienen una forma casi cuadrada. Recientes estudios aseguran que estas siluetas de volante son más ergonómicas y hacen más cómodo conducir en carretera.
El volante de tu coche debe estar situado a una distancia de 25 cm de tu rostro, como mínimo. Además, debe mantenerse a una altura que permita que tus rodillas no lo rocen al frenar o pisar el embrague. Si no es así, el riesgo de lesiones en las piernas es mucho mayor en caso de tener un accidente.
Igualmente, la posición del volante no debe entorpecer la visualización del tablero de control.
A continuación, te explicaremos detenidamente, cómo debes girar el volante al conducir:
Para controlar el volante, es necesario que estés en una posición adecuada como conductor. Esta influye en el grado de control que puedas tener sobre la dirección, la buena visibilidad de la vía y de partes fundamentales de tu coche, como la punta y los espejos.
Para una mejor postura al conducir, ten presente las siguientes recomendaciones:
Mantén unos 25 cm entre tu esternón y la tapa del airbag.
Cuando estés sentado, tus hombros deben estar en contacto con el respaldo. Para encontrar la posición correcta, modifica su ángulo o corre el asiento hacia adelante. Debes mantener un ángulo de inclinación de 30°, como máximo.
Al estar sentado, tus pies deben alcanzar los pedales del coche de manera que te resulte cómodo. También debes tener a tu alcance el freno de mano.
Una manera de saber que estás en la posición correcta es que, al extender los brazos al frente, tus muñecas queden justo encima del volante.
El volante debe girarse siempre con movimientos suaves, cambiando su posición de forma gradual. Nunca debes hacerlo de manera violenta, ya que puedes perder el control del coche y ocasionar un accidente.
También es importante el uso adecuado de los intermitentes, para que el conductor que viene detrás sepa hacia donde vas a girar. Esto es particularmente relevante, si estás pensando: “Quiero sacarme carnet b teniendo a1 sin ningún contratiempo.”
En el caso de los giros cerrados, el volante debe girarse desde su punto más alto. En todo momento, debes procurar mantenerlo tomado del modo correcto y con ambas manos.
Además, las manos deben desplazarse sobre el volante para corregir constantemente y con movimientos cortos la dirección del vehículo. Esto debe hacerse alternando las manos, dependiendo de la dirección de la curva.
En todo caso, el movimiento siempre será el mismo: Mientras una mano empuja el volante en la misma dirección de la curva, la otra tira de él.
Generalmente, en la ciudad no es necesario (ni está permitido) conducir a altas velocidades. Por lo tanto, es más fácil tomar las curvas en las esquinas o en una rotonda. Sin embargo, la necesidad de doblar es más frecuente que en la carretera y las curvas suelen ser más cerradas.
El volante debe girarse de la misma manera que ya se ha explicado: De modo suave y sin realizar movimientos bruscos. Aunque el hecho de ir despacio permite experimentar una sensación de estabilidad, en ningún momento sucumbas a la tentación de tomar el volante con una sola mano.
Al circular en carretera es natural circular a cierta velocidad. Por lo tanto, antes de tomar una curva es necesario saber cómo es. Para ello esto, es necesario desarrollar la capacidad de visualizar la vía a cierta distancia, para que así puedas anticiparte a lo que vendrá.
Las curvas en carretera suelen ser amplias, por lo que se recomienda tomarlas en su parte más externa, aplicando la técnica del tira y empuja y apuntando hacia su parte interna. Bajar la velocidad también es necesario para incrementar el control sobre el coche.
También es relevante dedicarle la debida atención a las señalizaciones presentes en la vía. La información que aporta puede ser de gran utilidad para que te prepares adecuadamente para tomar una curva.
Gracias a ellas, podrás saber el sentido de la curva, la velocidad con la que la debes tomar y si habrá una secuencia de varias. Todo esto hará posible que transites el trecho de forma segura para ti y para otros conductores.